lunes, 13 de junio de 2011

SIERRA ALMAGRERA



SIERRA ALMAGRERA:
  

       En las entrañas de esta pequeña sierra, un brillo metálico ha despertado la curiosidad desde tiempo inmemorial. Nos lo demuestra la gran cantidad de restos arqueológicos de nuestros antepasados. Hombres y mujeres del entorno de Las Herrerías. Que desde el neolítico fusionaban los Distintos tipos de roca de nuestros montes. Probablemente, lo que pudo ser un descubrimiento casual, se convirtió en el nacimiento de la primera industria metalúrgica de Occidente. Esta riqueza, no pudo pasar desapercibida para los primeros visitantes extranjeros de Nuestras tierras. Avispados comerciantes fenicios, que no tardarían en darse cuenta del potencial económico de tan preciados metales. Estos intrépidos navegantes, encontrarían gentes civilizadas, con los que era fácil establecer relaciones comerciales. Los nativos cambiaban la plata y otros metales, los cuales poseían en abundancia, por mercancías exóticas y otras baratijas. El aprovechamiento de estas riquezas de Sierra Almagrera y las Herrerías, es continuado por los cartagineses y más tarde por los romanos. Expertos y ambiciosos mineros que dejaron en nuestra tierra, la huella de su asombrosa habilidad para trabaja las minas. 



Uno de los ejemplos más representativos de nuestra sierra es la galería Romana del Arteal. Con el transcurso de los siglos, esta actividad minera va decreciendo, por la sucesión de conflictos bélicos y la alternancia en el poder de distintas culturas. Tras la reconquista Cristiana por los reyes Católicos, Sierra Almagrera y el cabezo de las Herrerías, caen en un profundo olvido.




Filón del Jaroso:

       
       Es allá por el 1838, en el que dos hombres: Pedro Bravo López y Andrés López (alias el Perdigón), subsistían al pie de la sierra, dedicados a las labores propias del campo. Afanados en el pastoreo y recogiendo leña, para vender en los hornos de Cuevas. Entre sus diversas ocupaciones estaba también la de servir a los alfareros, cargas de tierras oscuras con motas brillantes que utilizaban para dar la capa de vidriado a sus vajillas de barro. Desconociendo estos, otra aplicación de aquellas tierras que arrancaban en un tajo del barranco del Jaroso. Quiso el destino, que en esta relación entre pastores y alfareros, se cruzara Don Julián López Salcedo. Hombre ilustrado, que si conocía otras utilidades de aquellas oscuras tierras. Prueba de ello, es que en 1839, Don Miquel Soler Molina, sus hijos y unos vecinos de Cuevas, se junta para formar la primera sociedad minera de Sierra Almagrera, llamada Carmen y Consortes. El entusiasmo no debió ser muy grande en estos primeros momentos, algunos accionistas se desmarcado y vendieron sus acciones incluso antes de poner la mina en marcha. Es tras vender las primeras partidas de mineral a una función de Adra, cuando estas les advierte de la gran cantidad de plata que contiene la galena, dato que se desconocía asta entonces. ¡Plata! Esta palabra mágica convierte la sierra en un hervidero de aventureros, oportunistas y trabajadores en busca de esta nueva fuente de riqueza. 

     En los siguientes 4 años se presentaron cerca de 18.000 solicitudes pudiéndose registrar tan solo 1.740 minas, no había terrenos para colocar más.


(mtiblog.com)



El formidable filón del Jaroso hacia hombres ricos de la noche a la mañana, alentando una fiebre minera que se extendió a las demás sierras de la comarca y paulatina mente a todo el país.




Fundiciones:
       
        La galena de Sierra Almagrera era codiciada por todas las fundiciones de Europa y America, por su alto contenido en plata, dándose la paradoja que países como Inglaterra y Francia que eran deficitarios de estos metales, se convierten en exportadores, vendiendo plata y plomo a los demás países Europeos.
El Gobierno Español, alarmado, promulga en noviembre de 1.840 una Ley prohibiendo la exportación de mineral en bruto.
Las consecuencias de esta ley fue la inmediata puesta en marcha de una veintena de funciones, la mayoría junto a las costas desde Garrucha a Cartagena para fundir los minerales de Almagrera, o al menos eso es lo que pretendían. Las sociedades mineras mas poderosas instalado sus propias fabricas al pie de la sierra, contando con mineral de sus propias minas aseguraban su rentabilidad y control de la mayor parte del mercado, relegado al resto de las funciones a competir entre ellas por el mineral de las minas mas pobres, estas se veían obligadas a parar los hornos por falta de mineral, situación que provocaba los continuos cambios de dueño así como el cierre de muchas de ellas.
 La puntilla a esta ruinosa situación se produce 12 años después con otra ley que liberaliza las exportaciones. La quiebra de ese sector estaba asegurada.





     De todas estas industrias solo queda algunos montones de escombros y en el mejor de los casos una chimenea delata el emplazamiento.






















Fuente:           (Cuevas La Tierra De La Plata) de  ANTONIO MOLINA SANCHEZ






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